Ostatu apuesta por las Renovables

La orientación medioambiental es algo que se va implantando, poco a poco, en el ideario de muchas de las organizaciones de nuestro entorno. Pero, aunque sea la base, ese ideario ha de tomar forma y dar paso a la acción. Dar paso hacia la consecución de objetivos, hacia la implantación de medidas que realmente nos ayuden a conseguir un beneficio medioambiental para nosotros y para nuestro entorno.

La bodega de Samaniego, Ostatu, hace tiempo que es responsable y consecuente con este pilar tan fuerte de su filosofía. Si bien llevan años aferrados a ese ideario de sostenibilidad medioambiental en todos sus procesos, podemos decir que 2018 se ha convertido en un año a remarcar para esta bodega familiar. Desde el pasado mes de septiembre Ostatu cuenta ya con la totalidad de las has. en su propiedad inscritas en ENEEK (Consejo Regulador de Producción y Alimentación Ecológica de Euskadi).

Y es que cuidar y formar parte del paisaje son premisas del pasado, presente y futuro de esta familia apegada a su territorio y muy consciente de la repercusión que su trabajo, tanto en viñedo como en la bodega, tiene para la comunidad, para el entorno donde vive y trabaja. Un paso muy importante para la declaración de intenciones de la bodega de los hermanos Sáenz de Samaniego que consideran que este modelo de trabajo es el que posibilitará el seguir mejorando la calidad de la que hacen gala sus vinos. De ahí que, varios de ellos, sean elaboraciones de parcelas únicas, donde la responsabilidad en el trabajo en viñedo marca la diferencia. Pero, en el caso de Ostatu, el mantener esta filosofía medioambiental no es sólo cuestión de la forma de trabajar su viñedo.

Desde el año 2012, en el que realizaron por primera vez el estudio, reducción y compensación de su huella de carbono, no son pocas las tareas que han ido desarrollando en pos de ser una organización responsable. La reducción del peso de las botellas, la homogeneización de su etiquetado y embalaje, la iluminación por LED o la sustitución de la caldera de gasóleo por una de biomasa han sido algunos de sus grandes proyectos.

Sin embargo, este otoño se ha dado un paso más hacia esta dirección medioambiental con la colocación de una instalación fotovoltaica de autoconsumo que supondrá una generación de energía solar anual equivalente a 32.600 kwh. De este proyecto, realizado con la empresa alavesa Ekisolar, se estima que, tras la generación de energía propia (aproximadamente el 30% de la energía que consume), se posibilitará una reducción anual de emisión de CO2 a la atmósfera de 10.360kg, lo equivalente a la plantación de 213,5 nuevos árboles.

Así, junto con la contratación de la energía restante mediante la cooperativa de energías renovables GOIENER, la bodega de Samaniego se posiciona como un referente en el cuidado del medio que les rodea, en la conservación del patrimonio, la biodiversidad y la complejidad del territorio formado por viñedo de Rioja Alavesa. Un hecho que ha posibilitado que, siendo una pequeña bodega familiar, sus vinos hayan abierto y consolidado mercado en países donde la sensibilidad medioambiental es fundamental como Holanda, Suecia o Noruega.

Ostatu position themselves on renewable energies

Environmental orientation is something that is gradually becoming part of the thinking of many of the organizations in our environment. But, although it is the basis, this ideology has to take shape and give way to action. To take steps towards the achievement of objectives, towards the implementation of measures that really help us to achieve an environmental benefit for us and for our environment.

The Samaniego winery, Ostatu, has long been responsible and consistent with this strong pillar of its philosophy. Although they have been clinging to this ideology of environmental sustainability in all their processes for years, we can say that 2018 became a year to highlight for this family winery. Since September of 2019, Ostatu now has all the hectares in its property registered in ENEEK (Regulatory Council of Ecological Production and Food of the Basque Country).

And the fact is that caring for and being part of the landscape are premises of the past, present and future of this family attached to its territory and very conscious of the repercussion that their work, both in the vineyard and in the winery, has for the community and for the environment where they live and work. This is a very important step in the declaration of intentions of the Sáenz de Samaniego brothers’ winery, who consider that this working model is the one that will make it possible to continue improving the quality of their wines. Hence, several of them are made from single plots, where the responsibility in the work in the vineyard makes the difference. But, in the case of Ostatu, maintaining this environmental philosophy is not only a matter of the way they work their vineyard.

Since 2012, when they first carried out the study, reduction, and compensation of their carbon footprint, many tasks have been developed in pursuit of being a responsible organization. Reducing the weight of the bottles, homogenizing their labeling and packaging, LED lighting and replacing the diesel boiler with a biomass boiler have been some of their major projects.

However, this past autumn a further step has been taken in this environmental direction with the installation of a self-consumption photovoltaic installation that will generate an annual solar energy equivalent to 32,600 kWh. From this project, carried out with the Alavesa company Ekisolar, it is estimated that, after the generation of its own energy (approximately 30% of the energy it consumes), an annual reduction in CO2 emissions into the atmosphere of 10,360kg will be possible, equivalent to the planting of 213.5 new trees.

Thus, together with the contracting of the remaining energy through the renewable energy cooperative GOIENER, the Samaniego winery is positioned as a benchmark in the care of the environment around them, in the conservation of heritage, biodiversity and the complexity of the territory formed by vineyards in Rioja Alavesa. A fact that has made it possible that, being a small family winery, its wines have opened and consolidated their market in countries where environmental sensitivity is fundamental, such as Holland, Sweden or Norway.