En el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible, ACEVIN repasa algunas de las iniciativas puestas en marcha dentro de este marco en el club de producto referente del enoturismo estatal.
El éxito de un proyecto como ‘Rutas del Vino de España’, la marca referente del enoturismo en el país, deriva de aspectos como la colaboración público-privada, la exigencia constante de la calidad o la implicación y la participación de diferentes agentes de un mismo territorio. Todo ello, pero en especial este último punto, tiene que ver con la llamada ‘economía creativa’ o ‘economía naranja’.
Esa filosofía de creación de riqueza comarcal que está detrás de cada una de las 32 Rutas del Vino, adquiere este 2021 un mayor relieve al haber sido declarado el ‘Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible’ por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En esa declaración, el organismo señala que la economía creativa “entraña, entre otras cosas, actividades económicas basadas en el conocimiento y la interacción entre la creatividad humana y las ideas, el conocimiento y la tecnología, así como los valores culturales o el patrimonio artístico y cultural y otras expresiones creativas individuales o colectivas.»
¿Qué propuestas podemos encontrar bajo este enfoque?
Ciertamente son muchas y todas contribuyen claramente a la potenciación y dinamización del desarrollo socioeconómico de cada una de las zonas, al tiempo que continúan generando un gran interés por viajar y conocer estos territorios vitivinícolas.
Algunas de esas iniciativas, como por ejemplo la Ruta del Vino de Rioja Oriental, ha creado un Pasaporte Enoturístico encaminado a potenciar el impacto económico de las visitas turísticas en los establecimientos socios, además de animar y premiar a cada enoturista. Su actividad (alojamiento, hostelería, compras…) queda reflejada en este pasaporte a través de los sellos que se pueden conseguir con cada una de ellas. Además, cada tres meses la Ruta sortea diferentes premios entre las personas portadoras de del documento a los que se opta según el número de sellos acumulados. Así, el aliciente de conseguir esos premios genera una mayor actividad y vincula directamente el sector empresarial con el territorio.
El Foro de Enoturismo de Rioja Alavesa, en la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, supone un paso más en el entorno de la economía creativa: El sector del conocimiento toma forma en esta cita anual de jornadas de debate y formación que ya ha cumplido su primer decenio de vida y que reúne a las y los los mejores profesionales y expertos relacionados con el turismo enogastronómico, donde se comparte el capital intelectual y cultural de diferentes agentes y territorios.
Iniciativas como estas contribuyen, sin duda, a que el enoturismo representado por las Rutas del Vino sea cada vez un producto más potente y con más fuerza, creando riqueza en los territorios al saber conjugar la herencia cultural con la creatividad, los medios, la sostenibilidad y el conocimiento.
Junto a otros sectores, esta economía creativa es también la responsable de la cifra de negocio generada en crecimiento sostenido y que, según el último informe del Observatorio Turístico de Rutas del Vino, en 2019 superó los 85 millones de euros, solamente teniendo en cuenta las visitas a bodegas y museos; una cifra que, incluyendo el resto de servicios implicados en las rutas como los alojamientos, los restaurantes, los comercios o las empresas de actividades es, en realidad, mucho mayor pues se estima que alcanzaría los 256 millones de euros.
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